lunes, 11 de enero de 2016

Nace un nuevo país



Sorpresa de última hora.
Última hora: La Comunidad de Madrid se independiza, los problemas de España remiten, el pulmón atrófico del país se separa, endiosado ante tanto enclave internacional, embajadas, multinacionales, delegaciones empresariales... esta comunidad decide independizarse, asume monarquía, clero, ejército... y curiosamente se opone a cualquier tributo que provenga de la nueva España, convencidos, Madrid como nuevo país creen que crecerá más y por supuesto sus empresas ficticias harán de él una isla de riqueza donde todo será de cuento de hadas, no habrá pedigüeños que le reclamen lo que ellos necesitan para construir radiales muertas, aeropuertos de fantasía, olimpiadas... todo será suyo y todo lo administrarán y podrán repartir sobres sin que nadie se lo eche en cara, incluso tienen organizada una liga de fútbol con los equipos de la comunidad para que el Real vuelva a ser siempre campeón, un país nuevo en el centro de la península es lo que necesita Europa para poder funcionar, un país limpio de idiomas minoritarios, donde sólo el madrileño castizo será obligatorio en las escuelas, el chotis en las fiestas populares, nada de folclore de las españas, nada de butifarra, lacón, gazpacho..., cocido madrileño, bocadillo de calamares y qué narices, chulapos por doquier. Madrid, un país nuevo que renuncia a las prebendas y administración de todo lo que hasta ahora gestionaba, eso sí, rubrica por duplicado el compromiso de ceder en usufructo el edificio del Congreso y el del Senado para que pueda utilizarlo el gobierno de la nueva España, y también todos los palacios de fuera de su territorio que hasta ahora eran residencia esporádica del Monarca los regala para utilizarlos como espacios culturales públicos.
Buena parte del país se ha posicionado en contra de que Madrid los abandone, pero otros están preparando festejos para celebrarlo, la historia no dará la razón a todos, sin embargo Europa y más allá se hacen cruces al entender que el nuevo país deje sin tutela a tantos pueblos y nacionalidades y lo que es más sangrante, sin rey.
A. Hinarejos

11-01-16