martes, 6 de octubre de 2015

Una mosca, una lágrima, un picor...

Foto de Carlota Betoret


Una mosca, un lágrima, un picor...
Me he resistido a opinar hasta hoy del derecho a una muerte digna, al final después de darle muchas vueltas me encuentro delante de la pantalla plasmando mi opinión. Quizá porque estoy de los primeros en la lista me gustaría que además de utilizar la ciencia para curar también entendieran que alargar una muerte, no una vida, ocho o diez meses es crueldad, los puritanos, a la hora de alargar el dolor ajeno en este oficio no deberían contar, me entristece ver a un matrimonio tener que pedir que a su hija la dejen morir con dulzura, me entristece que a un cuerpo sin “vida” lo hagan seguir respirando retorciéndose en suspiros de dolor para demostrar no sé qué, me entristece entender que mi país tolerante en recortes para dependientes con muertes de vidas vivíbles, utilice en casos puntuales el más nefasto de los sinsentidos, la cultura de un pueblo se mide por la libertad a la hora de morir con dignidad, también. No quiero ver a padres coraje arrastrándose por los medios de comunicación evidenciando a una ciencia mojigata que está equivocada, el sufrimiento dibujado en sus facciones no deberíamos mostrarlo, la frialdad del poder fáctico intentando enmendar el entuerto es notorio ¿Legisla el que tiene facultad o la facultad se la regalamos a cualquiera que pasa? Intento dibujar la secuencia de un hecho nefasto que gracias a unos padres con arrojo lo han comunicado al mundo y gracias a su valentía lograrán que su hija descanse en paz con dulzura, pero cuántas hijas, hijos, padres, abuelos... habrá retorciéndose de dolor mucho más tiempo del necesario, no por familiares menos valientes, si no por los responsables puritanos de un sistema donde legisla el primero que pasa.
Morir durante ocho o diez meses llorando sin lágrimas entre las sábanas limpias de un centro hospitalario por culpa de que el responsable no quiera o de que la justicia no le deje hacer bien las cosas para dejar de sufrir, es que no sabemos utilizar la ciencia.
Se lo que es aguantar una mosca, una lágrima, un picor...

A. Hinarejos
06-10-15