Carniceros
Los carniceros de la
sabana han perdido el gen que les ha traído hasta estos días, se
comportan como homicidas, las manadas de leones matan por matar,
están acabando con la vida placentera de la sabana, gacelas, ñus,
cebras... comen hasta “reventar”, la mortandad nutre a hienas y
buitres, estos últimos han dejado de volar atiborrados de carroña,
las jaurías de perros salvajes o licaones hacen cacerías liquidando
toda clase de esperanza... Están acabando con la convivencia de
siglos, los herbívoros más atrevidos emigran a otros parajes más
lejanos huyendo de la masacre colectiva, sin embargo la frontera
natural la origina un río atestado de otra alimaña no menos
agresiva, los cocodrilos, matan contagiados por leones, perros,
hienas... la llanura rica en posibilidades para un sin fin de seres,
está quedando asolada... ...los perros matan hienas, los leones
devoran a sus congéneres más débiles, poco a poco está
desapareciendo el bullicio placentero, es como si los genes de la
convivencia se hubieran atrofiado, la desolación se materializa en
muy pocos años, el mal uso del poder de los carniceros hace mella en
sus clanes, apuntillada de muerte la sabana y no teniendo más presas
para ensañarse aniquilándolas porque sí, comienzan ha perseguirse
entre ellos... ...La sabana está brotando, está más verde que
nunca, sin embargo los carniceros han masacrado sus “sustento” y
los brotes no les sirven sin un ambiente poblado de herbívoros que
los transformen en alimento aprovechable, desesperados, los
carniceros intentan comer brotes verdes para llenar sus panzas en
otro tiempo sebosas de tanto abusar rematando hasta el último atisbo
de vida. Poco a poco va apareciendo la desesperación, los carniceros
arrogantes deambulan intentando cazar algún elefante para saciar su
soberbia... ...Su altivez les pasa factura, maltrechos por las
embestidas de elefantes, rinocerontes y jirafas, al mismo tiempo que
las refriegas entre hienas, perros, leones, incluso cocodrilos... se
está convirtiendo en una guerra generalizada, su mala decisión al
querer acabar por placer con todo un entramado de convivencia les
está llevando al límite de la extinción de ellos mismos.
Carniceros, dejad vivir a
quien os sustenta si no queréis ser victimas de vuestra arrogancia.
A. Hinarejos
03-05-14
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