Sumisa... ...La
periodista que ha escrito semejante barbaridad debe estar enamorada
de su forma de pensar, más que de su compañero, para su marido debe
de ser muy duro convivir con semejante mujer, un hombre de verdad,
salvo que no sea arzobispo de Granada, no quiere llevar a su consorte
un paso detrás, ni que se ponga de rodillas, ni tener una muñeca a
su lado... ...Un hombre quiere que su compañera sea fundamental en
la vida que atravesarán juntos, esta periodista describe su
historieta de niña pequeña, la sumisión de una mujer prostituida
por unos pensamientos clericales, las ideas de una persona “poseída”
por los engaños maléficos de una infancia espiritual errónea...
...El daño que ella mamó lo desarrolla en su relato intentando
prostituir no sólo a mujeres con pocos recursos mentales, si no
también a hombres bobos como el iluminado de Granada pero seglares,
los incita a anular a la mujer que tenga la desgracia de caer en su
red.
Ni sumisa, ni sumiso,
personas suficientes para intentar juntos ser felices. En cuanto el
de Granada que se dedique a lo suyo, que es hacer el bien y no
insulte a la humanidad con sus actos y menos publicando semejante
catecismo.
También cabe la
posibilidad de que esta sumisa periodista sea una cara dura
impresionante que ha pensado que contado una película para bobos se
puede forrar, sólo le faltaba que el clero le diera la razón para
que su artimaña fructificara.
Chiquilla si quieres ir
detrás de tu esposo, ponerte de rodillas ante él, ser una muñeca...
no vayas a contárselo al cura de tu pueblo, vete a un buen
psiquiatra que lo necesitas como el comer, tu compañero, si es un
hombre, no un arzobispo de Granada, te lo agradecerá.
Si predicar la insumisión
es evangelizar, con razón me hice astronauta.
A. Hinarejos
13-11-13
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