jueves, 16 de junio de 2011

Parí hijos...

Nací H…..
         Analicé mi historia y comprendí el agujero negro de mi estirpe.
                    Parí hijos y me tacharon de maría
                    me pusieron los cuernos y me dijeron prostituta
                    no tuve voz ni voto y aprendí a justificarme
                    trabajé en casa y fui una holgazana
                    me casé por amor y me martirizaron
                    levanté la voz y me quisieron inmolar…                
          Una vez, un país sin entender muy bien lo que pasaba, comenzó a abrir y cerrar puertas, ilusionada la gente que en él vivía anduvo por horizontes verosímiles hasta que poco a poco comprendió que la luz del presente pasaba por ser su estandarte. Un paseo digno es el pilar del bienestar y así fue como la comunidad de aquel país dio el paso. Venían estas personas de un periplo espeluznante, afligidas por sus creencias y rotas por el poder marcial, aquellos individuos levantaron la mirada y arrinconaron sus fetiches y comenzaron a ver por primera vez en toda su historia la luz..
          La mujer cogió las riendas de su propia autoridad, libre del miedo introducido en su pensamiento desde tiempos remotos, demostró que la dueña de su cuerpo es ella y de esta manera de un plumazo elevó su desahogo varios peldaños, pasó de ser una "coneja" multiparturienta al servicio de su marido a organizar ella misma y sin prejuicios un único retoño, con lo cual el país despertó del letargo, las familias menos numerosas en vez de dedicarse a criar sobrante humano aprovechaban el tiempo en viajes y quehaceres ociosos, cosa que repercutió en su renta per cápita,  pues la gente en vez de parasitar el dinero en bancos lo movía creando, así puestos de trabajo.
          Claro que ésto no fue fácil, por un lado el "macho estático", desconcertado, tuvo que amoldarse a la nueva situación, claudicando vio como su compañera dejó de ser el ama de su casa y se puso a trabajar en cualquier empleo remunerado, cosa que le hundió sensiblemente, pues la atadura económica de esta forma desaparecía. Lejos de adaptarse a la nueva situación haciendo cursillos de reciclaje para compartir el trabajoso dilema de los quehaceres domésticos, torpe en estos menesteres siguió adoptando la postura más sencilla, la de ser un manazas para ello, con lo cual la mujer además de parir, criar, trabajar fuera… tenía que cargar con todo, a lo sumo y como un acto heroico  algunos "ayudaban".
          Aquel país fue subiendo con firmeza, al estancarse su demografía, la miseria del hacinamiento humano no se produjo, la mano de obra barata desapareció, el hambre que en otros tiempos recorrió los hogares donde un hombre sólo tenía que arrastrarse para tapar "quince" bocas hambrientas, también. Hubo en aquel país golpe de estado y todo, la gente harta de ser el culo de la "historia" supo reaccionar ahogando la fuerza de la sin razón, aunque pasando bastante miedo. El peso de la aceleración económica recayó fundamentalmente en las féminas, al no entender el hombre que su rol había girado ciento ochenta grados, seguían comportándose como antaño, por lo que la convivencia conyugal se rompía en mil pedazos, contratiempo que implicaba a la madre de la mujer en el noventa por ciento de los casos, así, de esta manera, cuidándose la abuela de los nietos, la mujer podía seguir el camino, el hombre en un porcentaje bastante elevado se volvía bajo las faldas de su mamá. Era otra forma de gobernar sin el poder de las instituciones. Los políticos, el noventa y cinco por ciento hombres, ante el papel seguían mandando, pero la realidad se advertía por las calles, al no parir tanto como a ellos les hubiera gustado, los retoños podían ser más atendidos en todos los sentidos, estudiar, escoger el puesto de trabajo… un dilema, porque acostumbrados los "señores" a tener mano de obra barata y mujer para todo, el caos era palpable.
          Leyes, decretos, todo lo que oliera a poder institucional estaba en manos masculinas, sin embargo el poder realmente enérgico se escondía agazapado en las ideas de la mujer, el obelisco comenzó a inclinarse, el macho estático comenzó a lloriquear, y, curiosamente, el país comenzó a emerger, libre del que dirán, la mujer silenciosamente introdujo su pensamiento en la historia de un país endeble, en muchos casos le costó sudor y lágrimas, porque además de trabajar una jornada cada día, cada día tenía que poner en funcionamiento a su familia.
         Como todo no puede salir bien lo que por un lado ellas hacían, por otro lado ellos amparándose en la fuerza del poder político lo desmejoraban, al no saber como paliar el sistema impuesto por la mitad de la población, comenzaron a bocear a los cuatro vientos que necesitaban ayuda y así fue como otros países donde la mujer seguía sometida, al oír las llamadas comenzaron a cruzar estrechos y arriesgados laberintos para complacer a aquellos administradores sin recursos. El conjunto demográfico estuvo varios años estacionado, pero al ir viniendo personas de otros países el hacinamiento comenzó, las féminas llegadas no disponían de un pensamiento libre y por lo tanto sumisas y devotas comenzaron a parir y la demografía subió también. Y la riqueza étnica abarrotó las calles de sus pueblos y ciudades y la pobreza racial sus suburbios.
          Y los hombres de aquel país dispusieron de mujeres sumisas y devotas y los políticos admitieron que aquello era mano de obra barata. Y las abuelas de aquel país, como mujeres que eran, comenzaron a hacer obligatoriamente horas extras, cuidando por un lado a sus progenitores y por otro a sus nietos y entre medias tenían que lavar la ropa y hacer la comida de sus hijos… y, además la de su marido y la suya propia y hacer las camas, quitar el polvo, fregar los platos y el suelo, hacer la compra y administrar la economía doméstica… Y las hembras sobrecargadas experimentaron el sabor de su decisión y los hombres en silencio se resistían a no encontrar la mesa puesta, la ropa lavada y planchada, la cama hecha, los platos limpios, y, la mujer en la cama dispuesta… . Su devota y sumisa señora le negaba una cosa tan habitual, tan normal, desde el principio de los siglos era así, por qué ahora estaba cambiando, él no había hecho nada, él se comportaba como su padre, su abuelo… él le ofrecía la posibilidad de parir hasta quince veces y no hacer nada más, solo tener la casa a punto y estar dispuesta para lo que él necesitara.

                 Cerré los ojos y vi mi vida relajada en la historia
                 Los abrí y comencé a soñar.

                                     *           *           *
               
                 El deseo no me atormenta
                 Es la sensibilidad del pensamiento lo que me hace meditar

         En aquel país, la mujer comenzó a instaurar su estatuto natural, los credos y las leyes se arrodillaron ante el procedimiento, el hombre lejos de colaborar, dejó que los ancianos fueran introducidos en aparcaderos de dolor, residencias para humanos "inservibles", al no entender la nueva cultura, el macho estático no compartía los esfuerzos de la rutina cotidiana, por lo cual hubo que achicar a cualquier precio el cuidado doméstico. Compungido acechó en ocasiones a la "culpable" de su desdicha y la sacrifico a la deidad de su doctrina.
         Se multiplicaron las "inclusas" de día, guarderías para retoños a partir de los cuatro meses, donde el llanto tierno era ahogado por paredes frías, en estancias obsoletas. Y en aquel país se enjuicio la explotación infantil del tercer mundo…
          Y siguió acudiendo sobrante humano al reclamo de los mandatarios, y los focos de miseria siguieron aumentando y las mujeres de aquel país resistieron y dejaron de hacer las camas cada día y se olvidaron de quitar el polvo… y dejaron de ser "esclavas". Y el macho estático comenzó a freír un huevo y descubrió que existe un pepino y un calabacín y aprendió a  darle papilla a su hijo y a quitarle los pañales y aprendió a cuidar a sus ancianos… …y dejó de ignorar su realidad y creció.
          Vino a aquel país potencial humano de todas razas y creencias, y sus habitantes se opusieron a la ablación (extirpación del clítoris) y también se opusieron a los reconocimientos médicos para comprobar la virginidad de la mujer, y por ello fueron tratados de racistas y xenófobos y, curiosamente, aquellos humanos tratados de racistas y xenófobos buscaron hijos chinos, negros, polacos… …de cualquier etnia o raza y crecieron y se unieron entre los nativos y fueron aceptados siguiendo las reglas del juego, y, aquellos niños humanos se opusieron a los "sacrificios" ancestrales de cualquier etnia o creencia, además se opusieron a la transgresión de cualquier raza.

          La tierra es mi patria, el sentido común mi bandera, la llamarada de la religión es un infierno que lapida la vida.
          La tierra es mi estandarte, el sentido común mi patria, "lucharé hasta instaurarlas".
                       Atravesé el gélido comino y seguí
                      Pasé hambre y dormí bajo la luna y seguí
                      Corrí hacía el horizonte con ansia y seguí
                      Me perdí en el desierto y seguí
                      Anhele no haber nacido y seguí
                      Quise volver  y seguí
                       Busqué ser libre y seguí
                       Me tragó el océano y…
         Y en aquel país compartieron las ideas sus habitantes y unos y otras decidieron su camino y la demografía creció al ritmo deseado y el macho estático despertó.
Barcelona, 13/03/2002

No hay comentarios: